La Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres celebra a todas las mujeres que son madres, y a todas aquellas quienes han decidido serlo. Felicitamos también a todas aquellas que han decidido no serlo y han ejercido su derecho legítimo al aborto, a aquellas que han decidido que su cuerpo es suyo y de nadie más.
Admiramos a todas las mujeres cabeza de familia que a pesar del arduo trabajo que representa han continuado solas en la crianza y manutención de sus hijos. Admiramos también a todas las que son madres aunque no quisieron serlo, porque fueron víctimas de violación o porque el constructo social las obligó a serlo, y a pesar de todo esto crían a sus hijos.
Enviamos nuestra solidaridad y fortaleza a aquellas mujeres que buscan a sus hijas e hijos desaparecidos. A quienes pelean la custodia de sus pequeños en medio de confrontaciones legales. A aquellas que en medio de la crianza y el trabajo luchan contra sus propios padecimientos mentales y físicos para ser madres. A las que luchan por sus hijos caídos en desgracia por alguna adicción o enfermedad. ¡No están solas!
Les recordamos que en esta asociación trabajamos todos los días porque todas las mujeres en todos los espacios, en todos los ámbitos, cada día de la vida, vivamos y disfrutemos una vida libre de violencia, una vida en la que sean reconocidos la totalidad de nuestros derechos humanos fundamentales.
Trabajamos porque se reconozcan nuestros derechos al trabajo, a la educación, al acceso a una vida económica independiente; trabajamos porque se reconozca nuestro trabajo doméstico y porque sea repartido y compartido; porque se reconozca la igualdad en los salarios; porque se nos abran cada vez más espacios en lo económico, lo académico, lo laboral y lo político; porque la sociedad en conjunto decida valorar y apoyar todos nuestros esfuerzos cotidianos.
En general, trabajamos porque cada 10 de mayo sea celebrado desde la maternidad elegida y deseada, porque la maternidad debe ser decidida, o no ser.
A todas las que ya son madres, les deseamos no sólo un feliz 10 de mayo, también una vida reconocida, plena y libre.
Porque la voz de las mujeres sea siempre escuchada.
Porque la digna rabia nos dé fuerzas para mantenernos en pie.
Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres, A.C.
Foto de entrada. Escultura: Motherhood, de Nelly Romeo Alves. Foto: Eurico Zimbres (CC)