Hombres en la deconstrucción de sus masculinidades

Este programa ayuda a la sensibilización en razón de violencia de género, desde un modelo de atención grupal psicoterapéutico, que permite la reflexión y la deconstrucción de las masculinidades de los hombres.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la masculinidad puede definirse como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas característicos de los varones en una sociedad determinada.

Cuando hablamos en plural de masculinidades nos referimos a que tiene una base sociocultural diversa y opuesta a la idea de masculinidad como virilidad y hombría natural que se caracteriza por el machismo, la homofobia, la misoginia y la violencia contra las mujeres.

De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la idea de masculinidades hace hincapié en que los hombres puedan construirse identidades libres de estereotipos y de violencia contra sí mismos, contra las mujeres y contra las personas con quienes interactúan en la pareja, en las familias, en las escuelas y en los espacios públicos. 

El programa está dirigido y estructurado para apoyar a hombres de 15 años en adelante, sin distinción alguna, que estén interesados en reaprender ideas, conductas y nociones sobre la masculinidad.

Acciones del programa

Es un proceso de aprendizaje en que el hombre desarrolla nuevas habilidades y formas de comportamiento para poder relacionarse entre ellos, desde un plano de igualdad en su entorno social, en sus relaciones de pareja, con sus hijos o familiares, por medio de evidencias basadas en experiencias de intervención.

Se trabaja desde un modelo participativo-vivencial, a través de reuniones grupales, en las que se practican dinámicas que ayudan a abordar experiencias personales relacionadas con la violencia de género y sus distintas manifestaciones: violencia psicológica, emocional, física, sexual, económica, y digital.

Como organización, la AGCVIM busca involucrarse en la deconstrucción de las masculinidades como parte del reconocimiento de que la violencia contra las mujeres se ha convertido en un problema de salud pública y de derechos humanos que ha conjuntado el esfuerzo de diferentes países para su prevención y asistencia, y mediante el cual se ha logrado establecer políticas públicas en el Sector Salud.

En el ámbito de la salud se han establecido políticas de atención para las mujeres que son víctimas de violencia de género, y también para los hombres que ejercen violencia en contra de la mujer, aspectos que se han trabajado poco, pero que cada vez toman mayor importancia en la sociedad.

Es necesario que desde el gobierno, los sistemas educativos y de salud se organicen más acciones, con un enfoque intercultural e interseccional, que tengan como principal objetivo la reeducación de los hombres de todas las edades, desde nuevos modelos que les permitan lograr relaciones interpersonales libres de violencia.

En este sentido, los hombres han sido espectadores acerca de cómo la perspectiva de género se ha convertido en una herramienta que ha servido para reivindicar los derechos de las mujeres, pero es momento de que ellos también se apropien del tema para poder participar en la deconstrucción de sus masculinidades y en el alcance de mejores condiciones de vida y mejores relaciones humanas para ellos, también.