Jornada de participación: Alas para volar. Hacia el futuro que quieres alcanzar

La Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres, A.C., en alianza con UNICEF, te invitamos a la jornada de participación: Alas para volar. Hacia el futuro que quieres alcanzar

Dirigida a Niñas, Niños y Adolescentes de 6 a 18 años

¿A qué juegas?

¡Tu futuro es tuyo!

Formar una familia es una de las opciones que tienes para tu proyecto de vida. Esta responsabilidad debe construirse desde la libertad y ¡debe provocarte sentimientos de alegría, felicidad y plenitud!

Esto puede esperar a que termines de construir otros sueños como: terminar la escuela, viajar fuera de tu comunidad, pasar tiempo con tu familia y amistades, o cuidar de tus mascotas; y conforme vayas haciéndote mayor, estos sueños pueden cambiar: hacer una carrera, poner un negocio, escribir un libro o trabajar en una ciudad.

Cuando personas adultas obligan a niñas, niños o adolescentes a casarse antes de cumplir 18 años, están cometiendo un delito. El matrimonio infantil no está protegido por el respeto a los usos y costumbres de las comunidades; es un hecho que pone en riesgo tus derechos humanos y TODAS las autoridades de tu comunidad, municipio, estado y país tienen la OBLIGACIÓN de ayudarte a ponerte a salvo.

La ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes

(Artículo.12) dice que:

“Es obligación de toda persona que tenga conocimiento de casos de niñas, niños y adolescentes que sufran o hayan sufrido, en cualquier forma, violación de sus derechos, hacerlo del conocimiento inmediato de las autoridades competentes, de manera que pueda seguirse la investigación correspondiente y, en su caso, instrumentar las medidas cautelares, de protección y de restitución integrales procedentes en términos de las disposiciones aplicables.”

Todas las personas que están obligadas a denunciar la violación de los derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, pueden llamar al 911 en caso de emergencia o al 089 para denuncias anónimas.

Las Niñas, niños y Adolescentes tenemos derecho a:

La vida, el desarrollo, la participación y la protección.
Tener un nombre y una nacionalidad.
Saber quién es nuestra mamá y papá, y a no ser separados de ellos.
Que el Estado garantice a nuestra mamá y papá, la posibilidad de cumplir con sus deberes y derechos.
Crecer sanos física, mental y espiritualmente.
Que se respete nuestra vida privada.
Que se respete nuestra cultura, idioma y religión.
Pedir y difundir la información necesaria que promueva nuestro bienestar y desarrollo como personas.
Que nuestros intereses sean lo primero a tenerse en cuenta en cada tema que nos afecte, tanto en la escuela, como en los hospitales, ante los juzgados, los congresos legislativos u otras instancias.
Expresarnos libremente, a ser escuchados y escuchadas y a que nuestra opinión sea tomada en cuenta.
No ser discriminados y discriminadas por el solo hecho de ser diferentes a los demás.
Tener a quien recurrir en caso de que nos maltraten o nos hagan daño.
Que no se nos obligue a realizar trabajos peligrosos ni actividades que afecten o entorpezcan nuestro bienestar, salud, educación y desarrollo.
Que nadie haga con nuestro cuerpo cosas que no queremos.
Aprender todo aquello que desarrolle al máximo nuestra personalidad y capacidades intelectuales, físicas y sociales.
Tener una vida digna y plena, más aún si tenemos una discapacidad física o mental.
Descansar, jugar y practicar deportes.
Vivir en un medio ambiente sano y limpio, y a disfrutar del contacto con la naturaleza.
Participar activamente en la vida cultural de nuestra comunidad, a través de la música, la pintura, el teatro, el cine o cualquier medio de expresión.
Reunirnos con amigos y amigas para pensar proyectos juntos y juntas o intercambiar ideas.